En una sociedad desbordada por las ideas y construida por personas llenas de ilusiones, sueños y diferentes perspectivas de vida, las paredes de las calles pueden llegar a ser lienzos en blanco que se convierten en galerías de arte. Así, los murales emergen como una forma de expresión que trasciende los límites convencionales del arte y esto es algo de lo que yo me di cuenta al intentar explorar y comprender mi personalidad, por medio del arte. Estas coloridas y audaces manifestaciones visuales han dejado una huella indeleble en la historia de la cultura y también en la historia de mi vida y han desempeñado un papel vital en la forma en que mi arte se ha conectado con muchísimas personas que se identifican con lo que ven.
Para hacer comprender y transmitir un poco del significado que tienen para mí, diría que los murales son una forma de comunicación visual que trasciende las limitaciones de las galerías tradicionales. Además, abrigan a las voces marginadas y las perspectivas alternativas, ayudándolas a encontrar su lugar en la narrativa cultural. Por esto, quiero que se conviertan, donde quiera que sean plasmados, en un espacio de empoderamiento y representación para la diversidad de experiencias humanas.
Los murales de Sarart son mucho más que simples obras de arte en las calles y locales de New Jersey. Estas creaciones coloridas y vibrantes son expresiones artísticas que tienen el poder de conectar con las personas, inspirar emociones y transformar los espacios urbanos en auténticas galerías al aire libre. Con ellos, he logrado cautivar corazones, y se han convertido en una herramienta poderosa para difundir mi arte a nivel local y global, en donde se habla un lenguaje universal para así poder tocar las fibras más sensibles de quienes los contemplan. Mis murales transmiten mensajes de amor, inclusión, empoderamiento y esperanza, generando un impacto positivo. Cada trazo y color está cuidadosamente pensado para evocar sentimientos y despertar la imaginación de quienes se detienen a admirarlos.
En New Jersey, mis murales no solo embellecen los espacios urbanos, sino que también generan un sentido de pertenencia y orgullo en la comunidad. Incluso, atraen a visitantes de otras ciudades, y se han convertido en puntos de referencia y destinos turísticos populares, dándole vida y alegría a los espacios en donde están plasmados. Ahora, si bien los murales cobran vida en las calles y establecimientos, su alcance se ha expandido más allá de las fronteras geográficas gracias al poder de las redes sociales. El aprovechamiento de plataformas como Instagram y Facebook para compartir fotografías y videos de sus murales ha sido clave, logrando captar la atención y creando conexiones con personas de diferentes rincones del mundo, generando un impacto duradero y expandiendo el reconocimiento y sensibilidad por los murales como una expresión artística cargada de sentimiento y significado.